- Resonancia histórica: El Castillo de Osaka es un testimonio de la rica historia de Japón, ya que desempeñó un papel fundamental en la unificación de la nación durante el siglo XVI.
- Esplendor arquitectónico: El castillo cuenta con intrincados elementos de diseño, adornos dorados y majestuosas torrecillas, que muestran la magistral arquitectura japonesa de la época feudal.
- Jardines y alrededores: Rodeada por el Jardín Nishinomaru, la zona del castillo rebosa de más de 600 cerezos. Esto lo convierte en un lugar privilegiado para contemplar los cerezos en flor.
- Vistas panorámicas: Sube a la cima de esta fortaleza de ocho pisos y disfruta de unas vistas impresionantes de la ciudad de Osaka, que tienden un puente entre el pasado y el presente.
- Repositorio cultural: El castillo presenta a los visitantes artefactos antiguos, pinturas murales y armaduras, que profundizan en la comprensión del patrimonio japonés.
- Gema fotográfica: Con su foso, sus muros de piedra y su emblemática torre del homenaje, el Castillo de Osaka ofrece un paisaje pintoresco, que lo convierte en un lugar indispensable para los aficionados a la fotografía.